Fomenta la interacción entre el bebé y tú.
Ayuda a tu bebé a relajarse y dormir.
Influye de manera positiva a las hormonas infantiles que controlan el estrés
Reduce el llanto.
Aunque se necesita más investigación, algunos estudios también indican que los masajes relajantes para bebés que incluyen una presión moderada, pueden promover el crecimiento de los bebés prematuros.
¿Cuándo dar masajes a mi bebé?
Es importante que consideres que, si masajeas a tu bebé poco tiempo después de las comidas, pueda ser que vomite; espera al menos 45 minutos después de alimentarlo. También ten en cuenta el humor de tu bebé: si te mira y se ve tranquilo y calmo, quizá disfrute el masaje. Pero si gira su cabeza para no mirarte o se pone tenso cuando lo tienes en brazos, ese podría ser un mal momento para hacerle masajes.
Una vez que empiezas con los masajes, depende de ti cuándo lo harás y con qué frecuencia; puedes masajear a un recién nacido una vez al día. Mientras que un bebé un poco mayor quizá disfrute un masaje nocturno como parte de su rutina para ir a dormir.
¿Qué uso para el masaje?
Depende de ti. Algunos padres prefieren usar aceite al hacer masajes para evitar la fricción entre sus manos y la piel del bebé, pero otros opinan que el aceite ensucia mucho. Así que, si decides usar aceite, elige los que no tienen olor y son comestibles en caso de que tu bebé se lleve un poco a la boca. Si tu bebé tiene la piel sensible o presenta alergias, prueba el aceite primero poniendo una cantidad pequeña sobre su piel y observa si aparece una reacción.
¡Comunícate con tu bebé a través de un masaje relajante!
¿Cómo dar masajes a mi bebé?
El masaje infantil necesita un poco de preparación y algunas técnicas básicas. Para empezar toma en cuenta:
Crea un ambiente calma. De ser posible, haz el masaje en un lugar cálido y silencioso, dentro o fuera de la casa. Quítate las joyas, siéntate cómodamente en el piso, en la cama o párate junto a la mesa donde cambias los pañales y pon a tu bebé sobre una manta o toalla frente a ti.
Coloca a tu bebé de espaldas para que puedas hacer contacto visual. A medida que desvistas al bebé, dile que es hora del masaje.
Controla la fuerza de tus manos. Cuando comiences a masajearlo, hazlo suavemente con las manos. Evita hacer cosquillas, quizá puedan molestarle.
Despacio, aprieta y masajea el cuerpo de tu bebé. Puedes comenzar colocando a tu bebé sobre su estómago y masajeando durante un minuto distintos lugares, como su cabeza, cuello, hombros, espalda superior, cintura, muslos, pies y manos.
Luego, ponlo de espaldas y, durante un minuto para cada uno, extiende y flexiona cada brazo y pierna del bebé y luego ambas piernas y ambos brazos al mismo tiempo. Finalmente, con el bebé de espaldas o boca abajo, repite los movimientos de masaje durante otros cinco minutos.
Mantente relajado. Habla con el bebé durante el masaje. Puedes cantar o contar una historia. Intenta repetir su nombre y la palabra "relájate" para ayudarlo a liberar tensiones.
Observa cómo responde: si mueve los brazos y se ve feliz, es probable que esté disfrutando el masaje y que puedas continuar; pero si tu bebé mueve la cabeza para no mirarte o se ve agitado o infeliz, detén el masaje e inténtalo de nuevo más tarde.
¿Está bien hacer masajes a los bebés que tienen problemas de salud?
Si tu bebé tiene problemas de salud, habla con tu médico antes de intentar hacerle masajes. El doctor puede ayudarte a saber si el masaje es apropiado. También puedes preguntarle al doctor si puede recomendar un especialista de masajes infantiles o algún experto calificado que te enseñe técnicas para ayudar con las necesidades específicas de tu bebé.
Puede que te tome varios intentos hasta que tú y tu bebe se acostumbren a los masajes, ten paciencia, con un poco de práctica, el masaje infantil puede ser una buena manera para que tú y tu bebé se relajen y formen lazos.
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